En Hamburgo continuó ayer el juicio contra Andreas Okulus acusado
del asesinato de María del Carmen del Salto. Asistieron los padres
de la víctima, Gracia Fajardo y Enrique del Salto, junto a su
abogado alemán, Thomas Hardtmann. Los padres regresaron a Mallorca
el mismo día.
La testigo Inmaculada Luna, de 23 años, relató que en la noche
del 22 de mayo salió con María del Carmen. Se emborracharon. La
víctima se cayó en el bar Van Van, en Cala Bona, y que le prestó
ayuda un extranjero. Ella quería llamar un taxi, pero después de 15
minutos o más no apareció su amiga.
Otro testigo, un alemán llamado Mayer, declaró que aquella noche
salió junto a una amiga y Okolus, colega suyo en la escuela de
buceo. Okolus la quería llevar a un médico. Como dos consultorios
estaban cerrados, el acusado dejó a los amigos en su hotel, y
siguió sólo con ella. Según los testigos, fue a la izquierda,
dirección Porto Cristo, hacía donde se encontró el cadáver, y no a
la derecha, dirección Sa Coma, como había declarado el acusado.
Poco después, según manifestó Okolus ante la policía en julio de
1999, tuvo un contacto sexual consentido con María del Carmen y
dice que después la dejo viva en Porto Cristo. Según el testigo,
era imposible que María del Carmen hiciera el acto sexual de una
manera consciente dado su estado de embriaguez. Para el abogado
Thomas Hardtmann las declaraciones de los testigos ponen en
entredicho lo que dijo Okolus para explicar sus actuaciones. «Fue
un día muy bueno para la acusación.»
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