«Okulus quiere luchar; no está ni mucho menos derrotado, aunque en
su rostro se nota que lo ha pasado muy mal durante estos meses en
la cárcel». Gracia Fajardo ha concedido una entrevista a este
periódico a su vuelta de Alemania, donde se ha iniciado el juicio
por la violación y asesinato de su hija María del Carmen del Salto.
La mujer asegura que fue muy duro sentarse enfrente del acusado
y que debió medicarse convenientemente para no sufrir una crisis.
Andreas Okulus entró en el Palacio de Justicia de Hamburgo esposado
«y en todo momento rehuyó mirarnos a la cara. Mi hijo se desesperó
e hizo ademán de amenazarlo, pero luego se calmó. En un momento
dado yo le enseñé una fotografía de mi hija y la besé; él estuvo
impasible, como si fuera el ayudante del abogado».
Gracia recuerda que Okulus tomaba notas de todo lo que se decía
en el juicio y cruzaba comentarios con su letrado. A Inmaculada, la
amiga que salió aquella fatídica noche con María del Carmen, el
juez le preguntó si habían consumido bebidas alcohólicas, a lo que
ella contestó afirmativamente: «Nosotros le habíamos dicho que
estuviera tranquila y que contara la verdad. A ella le sentó bien
el alcohol y a mi hija no, así de sencillo», añadió.
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