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Un diplomático retirado de Mauritania en Canarias, que en la actualidad vive en Palma, ha denunciado malos tratos por parte de su ex mujer, que niega las acusaciones y asegura que es él quien la sometió, durante años, a un auténtico calvario.

Sid Ould, de unos 40 años, ha obtenido la nacionalidad española y debido a su trabajo ha residido en España y en Francia. En 1991 conoció a la que luego, un año después, sería su esposa. Del matrimonio nacieron dos niños, que tienen cinco y siete años, y en 1997 la convivencia se deterioró hasta tal punto que Sid se marchó a Mauritania con los pequeños y se negó a volver a España: «No estábamos divorciados, y por tanto no podía denunciarlo por secuestro. Tuve que viajar a aquel país y conseguí llevármelos», relató ayer la madre, que prefirió mantener su identidad en el anonimato.

El diplomático retirado, por su parte, asegura que durante su matrimonio sufrió golpes y vejaciones por parte de su esposa y que en 1998 fue detenido por amenazas de muerte. «Yo soy de Mauritania y allí no se pega a las mujeres. Nunca la toqué e incluso ahora estaría dispuesto a volver con ella, con tal de ver más a mis hijos», indicó Sid. La mujer, por su parte, rechazó las imputaciones de malos tratos y añadió que fue el diplomático quién la torturó «de palabra» hasta que consiguió marcharse de Canarias y huir a Mallorca: «Aproveché que estaba detenido y me marché. Luego, por circunstancias de la vida, decidimos intentarlo, pero el día 6 de este mes le dije que se marchara de casa. Ahora me he enterado que malvive como albañil y duerme en la playa, pero yo ya no puedo hacer nada».