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La Guardia Civil, siguiendo órdenes de la juez de Manacor, participó hace varias semanas en la reconstrucción del asesinato del empresario alemán Günter Ulrich, cuyo cadáver fue descubierto el pasado mes de enero enterrado en un aljibe de Capdepera.

En esta reconstrucción estuvo presente Juan Chanfreut, el administrador de 45 años de edad, que se ha reconocido autor del asesinato. El acusado fue excarcelado de la prisión de Palma y trasladado en un furgón hasta una vivienda de Cala Rajada, donde se cometió el crimen. Chanfreut explicó con todo tipo de detalle de qué forma mató al empresario y cómo después se encargó de que su cadáver desapareciera. En concreto señaló que lo había matado dándole varios golpes con un palo de madera. Pese a que se cree que su mujer le ayudó en este crimen, el detenido mantiene que él sólo mató a la víctima. Fuentes próximas al caso señalaron que, aunque con toda probabilidad el cadáver que apareció en un aljibe de Capdepera pertenece al empresario alemán, a fecha de hoy aún no se le ha identificado de forma oficial. Se le puede identificar a través de una prueba científica que se obtendrá de una muestra del padre del empresario, a quien se le ha solicitado su ayuda a través de una comisión rogatoria.

Por otra parte, el juzgado está realizando otras gestiones para avanzar en la investigación antes de presentar el caso ante el juzgado. Se ha dictado una orden internacional de detención contra el constructor griego que supuestamente se encargó de tapar el algibe con cal para evitar que se encontrara el cadáver. También se quiere interrogar al preso alemán, quien comunicó que sabía que una persona había sido asesinada en una finca de la zona norte de Mallorca.