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PEP MATAS/J.F.MESTRE María Petra Cabello Casau, la mujer que fue asesinada por su marido en un apartamento de Son Caliu (Calvià), murió estrangulada. Ésta es la conclusión a la que ha llegado el médico forense Juan Luis Poncela, que ayer realizó la autopsia al cadáver de esta mujer de 33 años de edad. Según han señalado fuentes próximas al caso, la víctima murió por una parada cardio-respiratoria, provocada por estrangulamiento. Además, el cadáver presentaba una luxación cervical, que el médico considera que también le ocasionó la muerte.

El forense ha podido apreciar una serie de lesiones en el cuerpo de la víctima, que indican que fue maltratada una vez ya muerta. Por ejemplo, se ha apreciado en la cabeza, además de varias contusiones, un corte de pelo a trasquilones. También se aprecia que el vello del pubis fue calcinado y presentaba abundante ceniza. Entre las lesiones que destaca el médico, aparece un corte en la uña del dedo gordo del pie derecho y tres cortes en la planta. El forense no tiene ninguna duda de que se trata de un caso de homicidio. Esta conclusión coincide con la hipótesis policial, que mantiene que el autor de este crimen fue el marido de la víctima, Francisco Cobo Sánchez, de 35 años de edad, que después tomó la decisión de suicidarse, y lo hizo colgándose en una lámpara del dormitorio de su vivienda, situada en el edificio «Olivia».

A lo largo de la investigación se ha confirmado que la pareja, que tenía una hija de seis años, llevaba meses planteándose la separación, si bien seguían juntos. Francisco, el marido, se encontraba inmerso en una profunda depresión. Hacia meses que no trabajaba, era aficionado al alcohol, y había perdido la visión de un ojo tras una pelea, según confirmaron fuentes policiales. Hace algunos meses el hombre ya intentó suicidarse mezclando alcohol y pastillas, pero finalmente no logró su objetivo.