Raúl Camali Martino, un niño de once meses de edad y nacionalidad
italiana, murió en la noche del lunes después de que se cayera a la
piscina de la finca que sus padres habían alquilado en Pollença. La
Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer las
circunstancias de la tragedia.
Un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la
Comandancia palmesana informó que los hechos ocurrieron sobre las
nueve de la noche del lunes, cuando una llamada telefónica alertó
de que un niño de corta edad se encontraba en estado crítico en la
finca Can Foraster, ubicada en el kilómetro 3-500 de la carretera
PMV-2.201, en el Camino de sa Marina.
Raúl había caído a la piscina y aunque pudo ser sacado del agua
aún con vida sus constantes vitales era casi imperceptibles. La
víctima fue trasladada urgentemente hasta el Hospital de Alcúdia,
pero los médicos no pudieron hacer nada por reanimarlo y al poco
tiempo falleció. El juzgado de guardia de Inca fue informado del
óbito y ordenó que fuera la Benemérita quien instruyera las
diligencias sobre el accidente doméstico.
Los funcionarios de la Policía Judicial visitaron la finca en
cuestión y trataron de obtener todos los datos necesarios para
aclarar la caída del pequeño Raúl al agua. Según parece, se trató
de un despiste fatal de sus padres, que no repararon en que la
criatura se había acercado peligrosamente al agua.
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