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Unos ochenta agentes de la Policía Nacional continuaron ayer, por tercer día consecutivo, la búsqueda de varias toneladas de cocaína supuestamente ocultas en el interior del buque «Privilege» que desde el pasado sábado se encuentra amarrado en el arsenal militar de Las Palmas de Gran Canaria.

Hasta el momento no se ha hallado nada de las cerca de cinco toneladas de cocaína que la policía calcula transportaba este buque, apresado por los GEOS el pasado jueves a 200 millas de Canarias en la denominada «operación Ostra», aunque el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, advirtió de que el registro del «Privilege» puede prolongarse durante «dos o tres días» más.

Robles manifestó además que «todos los indicios siguen diciendo que lo más normal es que -los tripulantes- no se hayan deshecho» del supuesto alijo, aunque señaló que no se puede descartar que «el buque pudiera tener algún dispositivo para deshacerse de la droga» y verterla al mar. No obstante, Robles resaltó que «con toda seguridad» la droga no ha sido traspasada del «Privilege» a otro barco.

Técnicos navales de Las Palmas de Gran Canaria que colaboran con la policía en la búsqueda del alijo aseguraron que las grandes dimensiones del barco, 120 metros de eslora, dificultan su hallazgo y destacaron que puede estar oculto en numerosas partes del buque, aisladas incluso para que los perros no detecten su olor. Según los técnicos navales, el interior del «Privilege» puede albergar infinidad de compartimentos secretos difíciles de descubrir. Entretanto, los policías que buscan la droga comenzaron ayer a sacar de la bodega del barco los bidones que contienen la carga legal, asfalto y bobinas de acero, por si se encontrara en su interior la droga.