Los 84 pasajeros, la mayoría niños, que ayer viajaban en un autocar
de Aumasa desde Portocristo a Manacor no olvidarán el trayecto en
mucho tiempo. A la altura del hotel «Ets Hams» el vehículo comenzó
a arder. Los reflejos del conductor, Manel Ramírez, salvaron la
vida a los pasajeros ya que al ver que salía humo del motor paró y
evacuó a todo el pasaje.
Tres camiones de los bomberos de Manacor y dos de Felanitx
acudieron al lugar y extinguieron las llamas, aunque no pudieron
evitar que el autocar quedara hecho un amasijo de hierros. El
chófer de Aumasa explicó que vio que desde la parte del motor
comenzaba a salir humo y decidió parar, y ordenó a todos los
pasajeros que abandonaran el autocar tipo «gusano». La hipótesis
que se manejaba es que las llamas se originaron por un
cortocircuito en el motor del aparato. Uno de los bomberos que
acudieron al lugar aplaudió la reacción del conductor ya que evitó
una tragedia, porque «otro en su lugar tal vez habría intentado
llegar». Otro factor que jugó a favor de los pasajeros fue que el
fuego se originó en la parte delantera, ya que «de haber comenzado
en la parte trasera el chófer no lo habría visto».
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