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Una excavadora de 23 toneladas que estaba trabajando en una obra, en Cala Moragues, se precipitó por una pendiente arrastrando a pinos y todo cuanto encontró a su paso, hasta detenerse enfrente de un chalet habitado.

El conductor de la máquina pudo saltar a tiempo y por fortuna no hubo que lamentar heridos de gravedad. Una hora antes del accidente, en el lugar donde quedó la excavadora tras la caida, estaba el propietario de la vivienda con su coche. El accidente ocurrió a las seis menos veinte de la tarde del pasado lunes y fue muy espectacular. Al lugar se desplazaron policías locales, guardias civiles y bomberos. Estos últimos debido a que en su caida la máquina derramó una gran cantidad de aceite y carburante.

Eugenio Hidalgo, primer teniente de alcalde del Ajuntament d'Andratx, se personó también en el lugar. Se da la circunstancia de que días antes Hidalgo había elaborado un informe sobre la peligrosidad de que la excavadora maniobrara en aquella zona, con una pendiente muy pronunciada y advirtiéndose de que lo que después ocurrió.