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Los bomberos de Palma auxiliaron ayer a un individuo cuyo dedo quedó atrapado en la ranura de una cabina telefónica de la barriada del Terreno.

Sobre las diez menos cuarto de la noche del lunes una llamada telefónica alertó al parque de sa Teulera de que un hombre se encontraba en apuros en el interior de una cabina.

Cuando la dotación de bomberos llegó comprobó que la víctima apenas podía moverse y se quejaba de que uno de sus dedos le había quedado enganchado en el cajetín del cambio. Los funcionarios desmontaron los cristales para poder maniobrar con mayor facilidad y embardurnaron la ranura y el dedo con detergente. Un estirón fue suficiente para que la extremidad, colorada por los minutos sin riego sanguíneo, saliera por fin del cajetín. La operación duró 20 minutos y el sujeto en cuestión pudo reanudar su camino tras el incidente inesperado.