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Los dos empresarios acusados de dedicarse a la contratación de extranjeros como mano de obra ilegal han quedado en libertad tras haber sido presentados ante la autoridad judicial. La policía informó el viernes de la operación llevada a cabo por la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación en la que se da por desarticulada una empresa de construcción.

Los detenidos son dos hermanos, José y Francisco Fernández. Éste último se puso en contacto ayer con este periódico para dar su versión de los hechos. El hombre asegura que cuando la policía acudió a la obra había ocho obreros ecuatorianos, «cuatro de los cuales están legales y los otros cuatro esperan desde hace meses que les legalice su situación». Francisco Fernández niega que haya cometido alguna ilegalidad y dice que da alojamiento a los obreros «en unas condiciones muy dignas y, sobre los sueldos, respetamos las condiciones establecidas y los hay que están mejor pagados que obreros españoles».

Francisco Fernández atribuye el hecho de que tenga que buscar mano de obra en Ecuador «porque aquí no la encuentro. Incluso he puesto anuncios en Andalucía, pero nadie ha respondido a la demanda, pese a lo que se dice de que hay gente en el paro».