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MICHELS-JAVIER JIMÉNEZ El hotel Rey Don Jaime de Santa Ponça fue escenario ayer tarde de un nuevo incendio intencionado que provocó la alarma entre los clientes pero que, afortunadamente, no ocasionó desgracias personales.

La alarma saltó a las 18.14 horas y las primeras informaciones que llegaron al parque de bomberos de Santa Ponça fueron preocupantes. Los bomberos de Mallorca movilizaron a los efectivos de Calvià, Palma y Llucmajor, aunque al poco tiempo se confirmó que el fuego estaba controlado y que no era necesario enviar más dotaciones.

El incendio se registró en la tercera planta del establecimiento hotelero, que está ubicado en la calle Gran Via de Puig Major número 5. Los propios empleados del negocio fueron los que sofocaron las llamas, pero no pudieron evitar que una densa humareda invadiera los pasillos. Los daños materiales no fueron especialmente cuantiosos, aunque los responsables de seguridad decidieron desalojar el hotel para que los bomberos pudieran actuar con mayor margen de maniobra. Durante el tiempo que duraron las tareas de extinción, los clientes permanecieron en la calle, junto al hotel.

Julio Carmona, subdirector de la cadena Marina Balear, a la que pertenece el Rey Don Jaime, reconoció a este periódico que todos los indicios apuntan, una vez más, a un origen intencionado del siniestro, si bien no pudo concretar los intereses que moverían al supuesto pirómano. En la actualidad se celebra en el edificio un congreso sobre Inspección Nacional de Trabajo y al cierre de esta edición, la Policía Judicial de la Guardia Civil trabajaba intensamente para aclarar las circunstancias del siniestro.

El pasado 30 de agosto se declaró otro incendio en el mismo hotel, y otro fuego ocurrió el 22 de junio de 1994. En apariencia todos tuvieron el mismo origen: intencionado.