Los vecinos del edificio situado en el número 6 del Passeig Marítim
ya no saben qué hacer ni a quién acudir para solucionar el problema
que sufren desde hace unos dos años.
Cada vez que entran en el portal estas personas se ven obligadas
a mirar hacia arriba para observar si desde lo alto les lanzan
objetos. El último incidente ocurrió el pasado sábado. Luis
Palazón, uno de los residentes, se asustó al darse cuenta que, a
menos de un metro de él, se estrellaba una gran roca contra el
suelo. Esta piedra había sido arrojada desde la calle Llinás y, por
desgracia, no es la primera vez. Desde hace tiempo se arrojan todo
tipo de objetos.
En una ocasión se tiró un palé. Palazón explicó que las
autoridades municipales conocen este problema, pero hasta ahora no
se ha hecho nada. Todo se resolvería colocando una verja en el
mirador de la calle Llinás, para evitar que se arrojen objetos.
Luis Palazón escribió al Defensor del Pueblo y hace varios días
recibió la contestación, en la que se le indicaba que se había
puesto en contacto con el Ajuntament de Palma y le dijeron que el
problema estaba solucionado. Sin embargo, es falso, tal como
demuestra el último incidente del pasado sábado.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.