José Pedro está acusado de encubridor y ayer quedó en libertad.

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Los cuatro detenidos prestaron declaración ayer tarde en el juzgado de guardia. La policía trasladó, en primer lugar, a José María C.M. Este joven, cuya mujer también ha sido detenida como encubridora, solicitó a la policía protección al sentirse amenazado por Sebastián B.P., a quien se le considera presunto autor material del asesinato. José María confesó ayer ante el juez que el día 20 de octubre por la noche acompañó a Sebastián a la vivienda de la víctima. Reconoce que su visita tenía como objetivo robar al empresario y que, debido a que su compañero conocía a la víctima, no tendrían problemas para acceder a la vivienda. Según han confirmado fuentes próximas al caso, este detenido declaró ayer que estuvo vigilando en la calle y que él no estuvo presente cuando se cometió el asesinato. Sin embargo, después subió a la vivienda, aunque afirma que no vio el cadáver.

Sebastián B., sin embargo, niega cualquier implicación en el crimen. El joven, que cuenta con antecedentes policiales por agresión y estafa, se mostró ayer muy tranquilo cuando entraba en el despacho del juez. El detenido, asistido por los abogados José María Lafuente y Luis Moreno, no quiso prestar declaración ante el Grupo de Homicidios, y ayer mantuvo ante el juez que no conoce al joven que le implica en este crimen y que nunca estuvo presente en el lugar de los hechos.

Sobre los otros dos implicados, la policía considera que no son autores materiales del asesinato, sino que sólo actuaron como cómplices. Uno de ellos, llamado José Pedro, reconoce que Sebastián le llamó por teléfono y le contó lo que había pasado. Lo mismo ocurre con la mujer que, según parece, conoció lo ocurrido al explicárselo su marido. Varios familiares de los detenidos estuvieron ayer en el juzgado.