La consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, acompañada por
el director general de Biodiversitat, José Manuel Gómez, presentó
ayer el III Plan General de Defensa Contra Incendios Forestales,
que tendrá una aplicación de diez años y que, por primera vez, se
ha elaborado en base a criterios ecológicos, sociales y económicos.
El Govern, para aplicar este plan de prevención, tiene previsto
destinar casi nueve mil millones de pesetas en los próximos diez
años, cantidad que incluso podría aumentar. Cada año se destinarán
unos 800 millones de pesetas, dedicados a la vigilancia, medios
aéreos, terrestres y prevención de incendios forestales.
Según explicó Rosselló, por primera vez este plan conlleva un
criterio de vulnerabilidad, que permitirá conocer las zonas de alto
riesgo y de mayor peligro de que se produzca un incendio forestal.
Gracias a ello se podrá actuar con una mayor eficacia. En este
sentido, el director general explicó que, en Mallorca, el 80 por
ciento de las urbanizaciones están situada cerca de zonas
forestales, lo que aumenta el peligro, tanto de los bosques como de
los residentes. La presencia de personas viviendo cerca de los
bosques siempre es una dificultad añadida en las tareas de
extinción. Por ello, la Conselleria apuesta por establecer unos
planes comarcales de actuación, que se estrenarán el próximo año en
el área de Andratx y Calvià. Los técnicos establecerán un mapa de
zonas de riesgos que, lógicamente, marcarán las prioridades de
precaución y de actuación. Según Gómez, este plan prevee también
calcular el coste económico que supondrá la repoblación de una
superficie forestal destruida por el fuego.
En principio, como medida de prevención, se piensa establecer la
apertura de áreas naturales. Ello supondrá mejorar los caminos
forestales e iniciar campañas de concienciación a los usuarios del
bosque. Entre las mejoras que prevee el nuevo plan se incluye la
contratación de una nueva aeronave para que permanezca todo el año
en Mallorca y una para que actúe en Menorca durante el verano.
También se contratarán técnicos para Menorca e Eivissa, y se
reforzarán las brigadas forestales con el incremento de número de
trabajadores. Asimismo se incorporará una nueva brigada en la zona
de San Joan de Eivissa y se prolongará el servicio de vigilancia en
Artà. El proyecto prevee también mejorar la vigilancia fija en los
bosques de las tres Islas, con el incremento de vigilantes, y
favorecer los sistemas de investigación de las causas de los
incendios forestales.
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