Los nueve detenidos en relación a los casi 800 kilos de hachís
intervenidos en un yate en Cala Virgili, en Manacor, pasaron ayer
tarde a disposición judicial.
Los acusados, casi todos de nacionalidad francesa y residentes
en aquel país, fueron arrestados horas después de abortarse el
desembarco, en una operación en la que participaron diferentes
unidades de la Guardia Civil (un helicóptero, la Policía Judicial,
el GIFA, el servicio marítimo y agentes no especializados). Gran
parte de la droga continúa en el fondo del mar, a no demasiados
metros de profundidad, y será recuperada por la Benemérita en los
próximos días.
Las diligencias policiales han sido remitidas al juzgado de
Manacor que instruye el sumario y cuyo titular tomó declaración
ayer a cada uno de los detenidos. La operación, salvo algunos
flecos menores, está ya finalizada y ha sido un éxito rotundo para
las fuerzas de seguridad. El pasado jueves se informó desde la 313
Comandancia que el alijo había arrojado un peso de 625 kilos de
resina de hachís.
Sin embargo, esa cifra fue modificada ayer después de que los
expertos de Sanidad examinaran de nuevo la partida y comprobaran
que en realidad pesaba 780 kilos. La sustancia será incinerada en
cuanto las autoridades lo dispongan.
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