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Andreu Joan Miralles, el dueño del solar ubicado junto al colegio Gabriel Alzamora y que es utilizado por toxicómanos para 'pincharse', declaró ayer que lleva once años esperando que el Ayuntamiento de Palma le expropíe el terreno y que en este tiempo ha hecho todo lo imposible para evitar que los 'yonkies' camparan a sus anchas.

«Primero Cort tenía que montar una oficina de la policía allí, luego debían destinar el terreno a unas instalaciones para los bomberos, pero al final todo sigue igual y yo no puedo garantizar que nadie entre en aquel solar», explicó Andreu Joan. La polémica surgió la semana pasada a raíz de un reportaje publicado por este periódico en el que se denunciaba que decenas de niños presenciaban a diario cómo se pinchaban los heroinómanos junto al colegio. José Manuel Sierra, concejal del Àrea de Governació de Cort, anunció al día siguiente de aquella información que el ayuntamiento iba a actuar de forma inmediata y que la situación se normalizaría.

Andreu Joan recordó que a lo largo de estos años el terreno se ha ido degradando «y yo no puedo hacer nada porque en teoría me lo tienen que expropiar, pero ese momento no llega y yo ya no sé qué hacer. He enviado instancias, he hablado con mucha gente y el problema continúa». Según el relato de este vecino de Palma, los 'intrusos' le han abierto boquetes en la pared, han destruido parte de una finca colindante e incluso han provocado incendios, además de usar el solar como 'picadero'.