José María C., el único encarcelado por su relación con el crimen
del empresario Pedro Estarellas, quiere declarar de nuevo ante el
juez y ofrecer otra versión. Esta declaración se producirá el
próximo martes. El acusado declaró el pasado lunes, pero su propio
abogado le interrumpió debido a que cayó en numerosas
contradicciones. Hasta ahora ha mantenido que no mató al
empresario, sino que fue Sebastián Bibiloni, y que él se limitó a
colaborar en el robo. La juez no le ha creído y de hecho el pasado
miércoles dejó en libertad a Sebastián, que abandonó la cárcel tras
pagar una fianza de un millón de pesetas.
Fuentes próximas a la investigación señalaron que en estos
momentos no se descarta que José María sea el único autor de este
crimen, y que pueda confesarlo el próximo martes. La juez cree que
no es cierto que el detenido se limitara a aguardar en la calle,
mientras su compañero mataba a la víctima. Varios testigos le
vieron varios días merodeando por el domicilio de Estarellas. Se
sospecha que el día del crimen aguardó escondido en el cuarto de
contadores de la finca y esperó hasta que llegó el empresario.
En este lugar se encontraron varias colillas y los vecinos
detectaron una olor extraña. Está casi descartado que la víctima
abriera la puerta a su asesino, sino que fue sorprendida cuando
regresaba a su domicilio. La policía encontró en la vivienda de
José María una pistola con una mancha de sangre, que se cree que
pertenece al empresario. No se descarta que golpeara a la víctima
con la culata de esta arma que, según ha reconocido José María, se
la entregó Pedro P., otro de los implicados.
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