La Guardia Civil investiga la caída de una gran bola de fuego en aguas del Cap Blanc

Según pudo saber ayer Ultima Hora , los investigadores tienen claro que no se trató de ninguna alucinación de un particular, ya que existen como mínimo cinco testigos que presenciaron el mismo fenómeno desde distintos puntos de la Isla y todos ellos coincidieron en su posterior descripción. Eran, aproximadamente, las 17'35 horas del miércoles cuando el extraño fenómeno fue detectado entre la isla de Cabrera y los acantilados de Cabo Blanco, más cerca de la costa de Llucmajor.

La gran bola de fuego descendió a una velocidad vertiginosa de oeste a sur y su fugaz aparición se prolongó durante cinco segundos, tiempo suficiente para que aquella luz deslumbrante fuera avistada desde diferentes enclaves de la Isla. Los testigos se pusieron en contacto con el centro de emergencias del 112 y con la Guardia Civil, ante el temor de que pudiera tratarse de una avioneta en llamas. Desde la 313 Comandancia de Palma se contactó con la torre de control del aeropuerto de Son Sant Joan y los controladores descartaron que se tratara de un siniestro aéreo, ya que el rádar no había advertido movimientos extraños.

Ayer por la mañana la investigación de la Benemérita continuó y un portavoz policial explicó que se estaban barajando distintas hipótesis para explicar aquel fenómeno. Por su parte, el director del observatorio de Costitx, Salvador Sánchez, confirmó la veracidad de esta información y aseguró que el miércoles por la tarde también recibieron llamadas de testigos presenciales. «Podría tratarse de chatarra espacial, como ya ocurrió hace un año con una gran bola de fuego que cayó en China, o incluso de la caída de un meteorito, pero esto último parece más improbable», indicó. El experto destacó que la aparición «fue muy brillante y dejó una gran estela» y la ubicó entre la isla de Cabrera y Cabo Blanco, aproximadamente.