Mientras la caída de una gran bola de fuego en aguas de Cap Blanc
el pasado miércoles sigue siendo una incógnita sin despejar, otros
residentes en la Isla aseguraron haber presenciado al día siguiente
un fenómeno similar.
Los expertos todavía no han encontrado una explicación a
aquellas intensas y extrañas luces y ayer la Comandancia de la
Guardia Civil recibió decenas de llamadas telefónicas de
particulares que aseguraron que habían sido testigos de aquel
episodio. Este periódico también recogió numerosas llamadas desde
distintas partes de la Isla. Guillem Sastre, por ejemplo, aseguró
que presenció la caída de la bola cuando practicaba 'footing' en
Selva. «Lo vimos entre el Puig de Santa Magdalena e Inca y sólo
duró unos segundos; era de color verde rojizo», señaló. Emilia, una
vecina de Son Espanyol, relató que se encontraba en el patio de la
iglesia con un grupo de personas cuando detectaron aquel objeto
deslumbrante: «Había una bola de color verde semáforo y desprendía
una estela de color oro».
Llorenç Gost se encontraba el miércoles en el campus y entre las
17.30 y las 17.40 horas quedó sorprendido por aquella aparición
súbita en el firmamento: «Duró entre 5 y 6 segundos y cayó por
s'Arenal. Describía un movimiento rectilíneo con inclinación hacia
la izquierda. Iba muy rápido y era de color verde-azul», añadió. En
cala d'Or el fenómeno fue visible y un grupo de personas que se
encontraba en el puerto pensó que se trataba de una bengala.
Pero uno de los testimonios más destacados fue el de Joan
Rosselló, un jubilado de Inca que observó la bola el jueves, y no
el miércoles como la mayoría de testigos.
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