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Los ladrones perpetraron la pasada noche un robo en el campo de fútbol donde juegan los diferentes equipos del Collerense, en la barriada del Coll d'en Rabassa. Los delincuentes entraron en el centro deportivo saltando la verja. Después se propusieron entrar en el bar del recinto. Primero intentaron romper los barrotes de hierro que cubren la ventana, pero al no poder conseguirlo, decidieron entrar de otro modo. Forzaron la barrera metálica de la otra ventana. Una vez en el interior abrieron la máquina del tabaco y sustrajeron todas las monedas. Después rebuscaron por el bar y encontraron el escondite donde se guardaba el dinero.

Tomeu Pizá, el encargado del campo de fútbol, explicó ayer que no es la primera vez que roban, sino que en poco tiempo los ladrones han entrado «cuatro o cinco veces». Explicó que en esta ocasión también entraron en la oficina y en la caseta que se utiliza como enfermería para los jugadores de fútbol que se lesionan. Por ello, calculó que los destrozos que se han ocasionado en este último robo superan las 300 mil pesetas. Los ladrones no se limitaron a llevarse el dinero, también robaron objetos que utilizan los niños para jugar en este campo de fútbol, como pueden ser balones, indumentarias deportivas o chándals.

Ayer mismo el encargado del campo del Collerense denunció los hechos a la policía. Un inspector acudió al lugar del robo y realizó una inspección ocular en el lugar de los hechos en busca de alguna huella dactilar que corresponda a los delincuentes que han cometido este robo. Se da la circunstancia de que ningún vecino de la zona ni oyó ni vio nada extraño, y además la entrada a las instalaciones es relativamente sencilla.