El doble crimen ocurrió el pasado seis de enero.

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Tres personas, dos mujeres y un hombre, fueron detenidos hace unos 15 días en Madrid por sus implicaciones en el doble crimen de Son Banya. Las acusaciones que pesan sobre los tres son la de ser encubridores de los asesinatos de los dos ciudadanos chinos. Para practicar los arrestos se desplazaron a Madrid inspectores del Grupo de Homicidios de Palma, después de haberse confirmado que tras los sangrientos hechos del pasado seis de enero, dos de los cinco implicados huyeron, y se les localizó en un piso de la capital del Estado. La tercera persona a la que se detuvo es la mujer que tenía alquilado el piso en donde se halló a la pareja. En el inmueble los policías, de Palma y de Madrid, efectuaron un minucioso registro y se intervino una cantidad aproximada al kilo de cocaína.

Tras haber prestado declaración en un juzgado de la capital los tres ingresaron en prisión. Fuentes del poblado de Son Banya han facilitado a este periódico incluso la identidad del varón arrestado, un conocido delincuente que reside habitualmente en Son Banya, y del que se asegura que el día de los hechos estaba en la casa abandonada donde se cometieron estos dos asesinatos. La mujer con la que se marchó a Madrid estaba también presente, y las mismas fuentes señalan que se trata de la compañera sentimental de uno de los tres gitanos que participaron directamente en la matanza. Todos estos datos los ha tratado de mantener en secreto la policía, se supone que para no entorpecer las investigaciones que se siguen llevando a cabo con el objeto de arrestar a los autores materiales.

Pero en Son Banya la noticia corre de boca en boca e, incluso, se sabe que el móvil del doble crimen fue el robo de una cantidad muy cercana a los tres kilos de cocaína, y no de un kilo como se dijo en un principio.

En el poblado se conocen también las identidades de los cinco implicados, del que sólo dos de ellos, el arrestado en Madrid y otro, tienen su residencia habitual en la Isla. Los tres restantes llegaron a Palma procedentes de Madrid el mes de octubre del año pasado, huyendo de las posibles represalias de «narcos» a los que también les habían robado una cantidad no determinada de droga.