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AGENCIAS-LONDRES Trece personas han muerto y más de setenta han quedado heridas en el choque de trenes que se produjo ayer en el norte de Inglaterra. Según informó la policía, treinta de los heridos en el accidente de Great Heck están graves. Fuera de peligro pero en el hospital está la española Analía López Dacero, de 28 años, que iba en uno de los trenes siniestrados. Analía López, natural de Alicante, es jefa de relaciones públicas del tren que cubre esta ruta a las 04:45 de la mañana.

Como consecuencia del accidente resultó herida con un corte en la cabeza y la rotura de dos costillas. La joven se encontraba en la cocina del ferrocarril en el momento de la colisión y describió como «un milagro» haber podido escapar con vida. Según esta joven, la ayudaron a salir del tren por el techo de un vagón y a través de un teléfono móvil llamó al tren que venía detrás para que no chocara con ellos.

La superviviente explicó que las imágenes a su alrededor eran devastadoras. En el accidente se vieron involucrados dos trenes y dos vehiculos. La tragedia comenzó cuando un Land Rover que remolcaba un coche en la autopista M-62 cayo desde un puente a las vías del tren, y chocó con uno de los ferrocarriles, que a su vez colisionó con un segundo tren. El tren de pasajeros de la companía GNER circulaba a una velocidad de 200 Kilómetros por hora, mientras que el tren de mercancÍas lo hacÍa a 112 kilómetros por hora. Se da la circunstancia que el motor del primer tren es el mismo que el que tenía el tren que descarriló en Hatfield el año pasado.

Este terrible suceso mina todavía más la escasa confianza que el público británico tiene en el sistema de ferrocarriles, ya que en los últimos tiempos han sucedido accidentes mortales como el de Hatfield, en el que murieron cuatro personas o el de Paddington, donde fallecieron 31 personas.