La sección quinta de la Audiencia de Palma ha desestimado el
recurso de apelación presentado por el Café Cappuccino contra
Antonio Córdoba, el padre del camarero muerto en la explosión del
año 98.
La empresa pretendía que Córdoba corriera con los gastos de las
esquelas, viajes y coronas de flores alegando que se trataba de un
préstamo que hizo en su día a la familia por tratarse de una
situación especial. Antonio Córdoba, por su parte, negó esta
versión y rechazó desembolsar esa cantidad económica. Un juzgado de
instancia le dio la razón y los representantes del empresario Juan
Picornell interpusieron recurso de apelación, que ahora ha sido de
nuevo desestimado.
La Audiencia considera que la familia del fallecido no debe
correr con esos gastos y condena al Café Cappuccino a pagar las
costas del proceso. El padre de la víctima insistió ayer en que la
Audiencia practique pruebas para aclarar si la galería donde murió
Francisco tenía licencia.
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