«Me han matado a mi hijo y lo mínimo que puedo exigir es que pongan
unas miserables vallas en aquel paso para que no muera nadie más.
¿Es mucho pedir?». María del Carmen Sáez, la madre del niño
arrollado por el tren en Marratxí el viernes anunció ayer que va a
interponer una denuncia contra el Ayuntamiento de aquella localidad
y contra la Conselleria d'Obres Públiques por supuesta
negligencia.
La mujer, que trabaja de auxiliar de clínica en Palma, recuerda
todavía con espanto que la tarde en que su hijo murió atropellado
el adolescente que iba con él se presentó en su casa de la calle
Cabana: «Tocó al timbre y me preguntó por José Antonio. Yo le dije
que no volvería hasta la noche, pero no sabía que yacía muerto en
las vías y que ese supuesto amigo estaba intentado disimular para
ocultar lo que había pasado». María del Carmen negó de forma
categórica que el muchacho fallecido hubiera robado la moto en la
que circulaban y opinó que «mi hijo no calculó bien las distancias.
Se quedó en la cuneta esperando que el tren pasara, pero un
saliente le golpeó de lleno y le destrozó la cabeza».
La madre tuvo palabras muy duras para el Ayuntamiento de
Marratxí y, sobre todo, para su alcalde, al que acusó de inaugurar
un paso del tren al día siguiente de morir su hijo no muy lejos de
allí. «Voy a poner mi vida y mi empeño en que coloquen unas
barreras donde perdió la vida mi hijo, y si no me hacen caso me
colocaré cada tarde ante el tren para que tenga que detenerse. Es
mi deber como madre», advirtió. José Antonio estudiaba Segundo de
ESO, era un forofo del jugador de Raúl, la estrella del Real
Madrid, y era un adolescente muy popular en el Pont d'Inca. Ayer
sus amigos y su madre llevaron un enorme corazón de flores a su
tumba: «El único consuelo que me queda es saber que mi hijo era una
persona muy querida. Es poco, pero es lo que tengo», concluyó María
del Carmen.
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