Una vecina del Coll d'en Rabassa acampó en la noche del sábado en
un solar de Puntiró, en la carretera vieja de Sineu, como protesta
por lo que ella considera una estafa millonaria. La señora ha
presentado una denuncia en la Jefatura, pero se siente marginada
por la autoridad judicial.
Antonia Ruiz Mejías se separó en el año 94 y un constructor le
planteó una permuta entre el solar de Puntiró, que era de su
propiedad, y un piso de un edificio que él construía en la calle
Libertad. Según la denunciante, la obra en esa calle no se iniciaba
y decidió indagar en la vida del constructor: «Entonces me enteré
que era una persona conflictiva y que había engañado a más gente»,
declaró ayer.
Antonia se presentó en su oficina para protestar y el empresario
le ofreció una casa en el Coll d'en Rabassa mientras se construía
el suyo: «Luego averigué que el piso estaba embargado por el banco
y ahora me encuentro con que me van a sacar a la calle, no tengo el
piso prometido y me he quedado sin el solar de Puntiró», manifestó.
Desde entonces la afectada ha ido interponiendo sucesivas
denuncias, que nunca han fructiferado. En la noche del sábado,
Antonia, su hija y su yerno acamparon en esos terrenos, como señal
de protesta. «Estoy dispuesta a ponerme en huelga de hambre si es
necesario, pero esta estafa no puede quedar así y no pararé hasta
que se haga Justicia». El Grupo de Delincuencia Económica ha
abierto una investigación para aclarar los hechos.
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