El dueño de la vivienda saltó por un patio interior para huir de las llamas. Foto: S.B.

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Una colilla mal apagada fue la causante de un incendio que se declaró ayer en un domicilio de Palma. La vivienda afectada está en el segundo piso del edificio señalado con el número 2 de la calle Joan Crespí, en Palma. El propietario de esta casa, que vivía solo en este domicilio, sufrió un leve intoxicación por humo, situación que motivó que tuviera que ser atendido en un centro médico. Según informaron los bomberos de Palma, el fuego se declaró sobre las seis de la mañana de ayer. La rápida intervención de los efectivos evitó daños mayores y por ello no fue necesario el desalojo del edificio, puesto que el fuego fue controlado y sofocado en menos de media hora.

El fuego se concentró en la sala"comedor de esta vivienda. El incendio lo provocó la colilla de un cigarrillo, que había sido mal apagada. Juan Carlos Castillo, dueño de este piso, explicó que es fumador y que tiene costumbre de tirar las colillas apagadas en una bolsa de plástico, que después deposita junto a una ventana. Por ello, el incendio se inició junto a esta ventana. Las llamas prendieron las cortinas de la sala"comedor, y después se extendieron por las butacas, las persianas y al resto de muebles de esta dependencia.

Al declararse el incendio el morador del piso se encontraba durmiendo en su habitación, que está situada al fondo del pasillo. Notó un fuerte olor y descubrió que su casa estaba repleta de humo. Se levantó de la cama y se dirigió hacia el comedor y descubrió que se había declarado un incendio. A pesar de que fuentes de los bomberos afirmaron que el morador intentó apagar el fuego por sus propios medios, el hombre lo negó. Explicó que cerró la puerta, se dirigió hacia la terraza y saltó al piso inferior a través del patio interior.

Mientras Juan Carlos huía del fuego, las llamas iban quemando el sofá y las cortinas, lo que provocó una intensa humareda que fue detectada por los vecinos. Esta señal de alarma permitió que los vecinos avisaran a los bomberos, que rápidamente acudieron al lugar de los hechos. Los efectivos tuvieron que forzar una puerta y una ventana para poder entrar en la vivienda de la calle Joan Crespí. Al concentrarse el fuego únicamente en la sala comedor, las llamas pudieron ser rápidamente sofocadas.