Los bomberos tardaron seis horas en sofocar el fuego. Foto: MICHEL'S.

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MICHELS-JAVIER JIMÉNEZ Los bomberos tardaron seis horas en sofocar un espectacular incendio que se declaró en la tarde del domingo en el antiguo recinto militar de ses Illetes, en donde se ubicaba una cárcel, un polvorín y otras instalaciones del Ejército.

Un portavoz de los bomberos de Santa Ponça explicó que sobre las 18.00 horas se recibió una llamada alertando de una gran humareda en las antiguas dependencias militares, junto a la playa. La Policía Local confirmó la veracidad de la llamada y en poco tiempo se puso en marcha un gran dispositivo de emergencia para controlar el siniestro, que a medida que pasaban los minutos cobraba dimensiones preocupantes. El parque de bomberos de Llucmajor se sumó a las labores de extinción en apoyo de los compañeros de Calvià y la Guardia Civil y el Ejército enviaron a ses Illetes a algunos de sus efectivos para interarse, en primer lugar, por el estado del incendio y, además, por las causas que lo habían originado.

Se da la circunstancia de que en las dependencias que se quemaron había gran cantidad de madera, lo que facilitó la propagación del fuego y dificultó sobremanera la labor de los bomberos. En las instalaciones existen túneles y sótanos, donde se acumuló una densa humareda. Los equipos de extinción utilizaron mascarillas y botellas de oxígeno y a las doce de la noche dieron por concluido el despliegue y comenzaron a regresar a sus bases. Las fuentes consultadas informaron que las antiguas instalaciones militares de Illetes son visitadas con frecuencia por pandillas de jóvenes y parejas, que se adentran en sus dependencias.

Por ese motivo, no se descarta que el origen del fuego fuera intencionado, aunque más que una acción de un pirómano parece tratarse de un descuido al apagar una colilla. Hace tres meses un extranjero de mediana edad se ahorcó en aquellas instalaciones.