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El teniente de alcalde de Governació del Ajuntament de Palma, José Manuel Sierra, presentó ayer el plan de vigilancia de las zonas forestales de la ciudad. Este plan, en realidad, se está desarrollando desde el mes de abril y se prolongará hasta mediados de octubre. Esta labor de prevención la desarrollan los bomberos de Palma, con la finalidad de asegurar la conservación de los espacios naturales de la ciudad durante la temporada de verano, en la que el riesgo de incendio crece.

La principal novedad de este plan es que este año se incorpora el castillo de Bellver, y el bosque que lo rodea, dentro de la relación de áreas forestales que disponen de presencia permanente de bomberos. En los años anteriores esta vigilancia quedaba limitada a las montañas de na Burguesa.

Los bomberos se encargarán de la vigilancia permanente y lo harán con dos patrullas, integradas por cuatro efectivos, que recorrerán las rutas forestales de la ciudad durante doce horas al día. Lógicamente esta labor no se desarrollará sólo en Bellver, sino en las áreas de na Burguesa, Son Vida, Bendinat y Gènova.

El año pasado los incendios forestales en Palma se redujeron, aunque los bomberos de Palma actuaron en un total de 172 siniestros.