Ayer comenzó en la Audiencia de Palma el juicio contra Antonio
M.F., un supuesto atracador que asaltó un chalet de Son Armadans, y
le clavó un cuchillo al propietario en la espalda, que le ha dejado
inválido. Los hechos ocurrieron en la noche del día 1 de marzo del
pasado año. Esa noche la víctima, un hombre de 75 años de edad, se
encontraba mirando la televisión. Se levantó para ir a la cocina a
comer algo y fue atacado por el acusado, quien había entrado en el
chalet por la puerta del patio y se había escondido en el comedor.
El dueño del chalet afirma que se había agachado para buscar unos
alimentos en el frigorífico cuando, de pronto, se dio cuenta que un
individuo le agarraba y le clavaba el cuchillo en la espalda. El
arma se rompió y la punta quedó incrustrada en la médula de la
víctima, que desde ese momento no ha podido mover más las piernas.
El acusado, que logró huir con un botín de 10 mil pesetas, se
reconoció ayer autor del atraco, pero no así de las lesiones de la
víctima. Afirma que creía que en el chalet no había nadie, porque
todas las luces estaban apagadas, y que de pronto vio que un hombre
le hacía frente con un cuchillo. «Forcejeamos y no sé lo que pasó».
El acusado explicó que era consumidor habitual de drogas, y que ese
día «tomé de todo». Pese a que no lo reconoce, la fiscal Pilar
Borrego le acusa de intento de asesinato y de robo, al igual que la
familia de la víctima, representada por el abogado Marc González.
Ambos piden 19 años de prisión.
El testigo más importante del juicio fue la mujer del herido.
Explicó que su marido se había levantado para ir a la cocina y, de
pronto, escuchó que gritaba. Ella fue hacia la cocina y se encontró
con un individuo que le estaba amenazando con un cuchillo sin
punta, mientras que su esposo yacía en el suelo. «Me dijo que me
iba a matar a mí y a mi esposo si no le entregaba el dinero. Me
dijo también que le habían enviado a cobrar una factura». La mujer,
que se mostró muy serena, señaló que el individuo le exigió que le
diera la cartera. Lo hizo y el joven encontró cinco mil pesetas.
Después le pidió que le entregara la de su marido, y también robó
el mismo dinero.
Al día siguiente, según contó en el juicio, esta mujer descubrió
que antes de apuñalar a su marido el atracador había preparado una
serie de objetos, que guardaba en una habitación, y los había
colocado sobre un sofá para llevárselo. Antes de la agresión,
también había cogido varios alimentos y se los comió en el comedor,
mientras los dueños del chalet miraban la televisión. Varios
testigos reconocieron ayer al acusado como la persona que le vieron
huir de Son Armadans. El cuchillo fue encontrada en un jardín
próximo al lugar de los hechos.
La víctima no pudo declarar en el juicio
El hombre que el día 1 de marzo fue agredido en la espalda por un
atracador, que le ha dejado inválido de por vida, no pudo prestar
declaración ayer sobre los hechos porque no está en condiciones
para ello. De hecho, en estos momentos se encuentra ingresado en un
hospital. Ante su ausencia fue su esposa la que se convirtió en la
principal testigo. Esta mujer identificó al acusado como la persona
a quien sorprendió robando en su casa. La mujer asegura que su
esposo no estaba en condiciones para forcejear con el acusado, como
insinúa la defensa.
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