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Ocho jóvenes de nacionalidad rumana, que formaban un grupo organizado, han sido detenidos por la Guardia Civil, acusados de diversos delitos, sobre todo estafas y apropiación indebida. Estas detenciones las ha realizado la Unidad de Policía Judicial, que viene investigando la delincuencia extranjera que se instala en la Isla, y que comete todo tipo de delitos.

A estos ocho rumanos se les acusa de ser los presuntos autores de robos, hurtos y falsedad documental. Son especialistas en el delito de «lazo libanés», que consiste en que colocan un dispositivo trampa en los cajeros automáticos, y con ello logran capturar las tarjetas de crédito de los usuarios. Estos individuos se presentan en el cajero dispuestos a ayudar a los usuarios y de esta manera logran descubrir el número personal. Después, sin que se de cuenta, le cambian la tarjeta de crédito por otra. Así logran realizar varias compras con el documento de la víctima.

Estos ocho presuntos delincuentes fueron arrestados en la mañana del pasado jueves en la localidad de Santanyí. Además de los arrestos, también se ha logrado recuperar numerosas tarjetas de crédito que habían sido robadas, teléfonos móviles, cámaras de vídeo, dinero en metálico y divisas, todo ello por valor de un millón y medio de pesetas. Se da la circunstancia que esta semana también se había detenido a otro grupo de rumanos que se ha dedicado a la misma actividad. Todos los detenidos han sido presentados al juez.