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La Comisaría de la Policía de Eivissa está investigando si se ha cometido un delito de imprudencia en la muerte de una mujer de 84 años de edad, quien estuvo esperando durante cuatro horas la llegada de una ambulancia en su domicilio. La anciana padecía diabetis y por ello tenía asignada una enfermera, que acudía a su casa a cuidarla. La enfermera observó que la mujer sufría síntomas de hiperglucemia. Contactó con el médico y éste le indicó que se pusiera en contacto con una ambulancia del 061 para que trasladara a la paciente hasta el hospital de Can Misses.

La enfermera, según las fuentes policiales, llamó por teléfono al servicio de ambulancias. La mujer llamó repetidas veces al 061 y cada vez tenía que hacerlo desde una cabina telefónica, ya que la vivienda no disponía de teléfono. La sanitaria dejó a la anciana al cuidado de otra persona de confianza y se dirigió a Can Misses, su lugar de trabajo. Volvió a explicarle al médico la situación, y éste le indicó que insistiera en solicitar la ambulancia. Al contactar con el 061, según ella, le dijeron que la mujer ya se encontraba en el servicio de urgencias. Sin embargo, en realidad nadie acudió al domicilio de esta mujer, que falleció a las pocas horas. Un portavoz del 061 informó ayer que este servicio se remitió a las Ambulancias Insulares y que la unidad tardó tanto en llegar porque se confundió de dirección.

Por otra parte, ayer en Palma se denunció la tardanza que tuvo una ambulancia en acudir a una urgencia. Una mujer sufrió un ataque cardíaco en un restaurante de las Colunmas y, según su hijo, la ambulancia tardó 20 minutos en acudir.