La tormenta que descargó ayer por la mañana tuvo sus consecuencias
en varias localidades de Mallorca, tanto en tierra como en mar. Uno
de los sucesos más graves ocurrió en la costa del Port de Sóller,
donde siete ciudadanos franceses tuvieron que ser rescatados al
hundirse el velero, que se vio sorprendido por el mal tiempo. Este
suceso ocurrió poco después del mediodía de ayer. El velero
«Serafín», de bandera francesa, se encontraba fondeado en un lugar
situado entre la Punta Negra y es Colomer, en la costa de Sóller.
Los tripulantes, que afortunadamente se encuentran sanos y salvos,
explicaron que de pronto se situó por encima de ellos una gran
nube, y la situación en el mar cambió bruscamente. Las siete
personas se dieron cuentan que el tiempo comenzaba a empeorar y
poco a poco las olas iban creciendo de tal forma que alguna de
ellas pasaban por encima de la embarcación.
La situación fue empeorando de tal forma que hubo un momento en
el que los tripulantes se dieron cuenta que tenían que abandonar el
barco, porque el agua ya había entrado por la cabina y existía el
peligro de que el «Serafín» iba a hundirse. Se trató de una
predicción de lo que más tarde ocurrió, ya que el barco se vino a
pique en pocos segundos, hundiéndose en una zona de gran
profundidad. Sin embargo, antes de que ello ocurriera los
tripulantes se prepararon para lo peor. Algunos subieron a una
pequeña lancha neumática y los otros tuvieron que lanzarse al mar,
aunque con salvavidas. Los siete vieron como el barco se hundía,
con todas sus pertenencias a bordo. La embarcación había zarpado de
Francia y se dirigía hacia Jerusalén.
Los náufragos fueron rescatados por la golondrina «Capepuig» que
estaba navegando por la zona. Fueron trasladados hasta el Port de
Sóller, donde les aguardaban efectivos de la Cruz Roja y de la
Policía Local. Los siete franceses, entre los había una menor,
fueron conducidos a las dependencias de la Cruz Roja, donde se les
facilitó alimentos. Se comprobó que el estado de todos ellos era
satisfactorio, aunque la mayoría estaban asustados porque vieron
pasar muy cerca de ellos a dos pequeños caps de fibló. Han pasado
la noche en un hotel de Sóller.
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