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En el transcurso del presente verano, la Guardia Civil de Puertos y Costas de la Comandancia de Palma ha llevado a cabo a lo largo del litoral mallorquín el precinto de varias embarcaciones particulares, en su mayoría, propiedad de ciudadanos extranjeros que se venían dedicando a realizar viajes turísticos a distintos puntos de la costa y carecían de toda clase de permisos. De esta forma ejercían una competencia ilegal con el correspondiente peligro para los usuarios ya que, las mismas carecían, además, de una persona cualificada o patrón de la embarcación y otros elementos de seguridad en la navegación.

La última embarcación precintada por dedicarse a esta actividad ilegal en el transporte charter de pasajeros ha sido la denominada «Lady Luck», de 12 metros de eslora, la cual venía operando de forma ilegal desde el amarre número 26 en Port Adriano del término de Calvià. Según han manifestado a este periódico varios propietarios de embarcaciones legales que realizan los mismos itinerarios que las «piratas», los responsables de las mismas suelen obtener grandes beneficios captando a los clientes, en su mayoría extranjeros, en los puntos de concurrencia de los puertos deportivos.

Estas embarcaciones «piratas» no poseen ningún tipo de licencia gubernativa, seguros, ni pagan los impuestos correspondientes ni están sometidas a ningún tipo de inspección oficial, por lo cual, todo el dinero que obtienen va a parar a su arcas particulares. Los propietarios de las embarcaciones legales se quejan, y con razón, de esta competencia desleal y demandan que, por las autoridades de Marina y de la Guardia Civil, se ejerzan más controles al respecto para acabar con esta actividad fraudulenta tan extendida y que ocasiona pérdidas tan graves para el sector.