Domingo y Joaquín Vidal Avellaneda, los dos asesinos de María
Nicolau, la 'cuponera' de Capdepera, llevan doce días en huelga de
hambre en la cárcel de Palma y aseguran que no depondrán su actitud
hasta que se celebre un nuevo juicio. Antonio Vidal, el padre de
los dos homicidas, explicó ayer a Ultima Hora que
«mis hijos son inocentes y a pesar de todo han sido condenados a
veinte años de cárcel cada uno de ellos. Lo único que pueden hacer
para llamar la atención es una huelga de hambre y no la dejarán
hasta que se celebre un nuevo juicio, más justo que el
primero».
Para Antonio, de 75 años, sus hijos están en prisión por culpa
de su nieto «el Nene», ya fallecido, que fue quien implicó a sus
familiares en el salvaje asesinato cometido en septiembre del año
1996, en el vertedero de Capdepera. «Yo recogí a Pedro Gelabert
Vidal y le di trabajo. Luego, Domingo, mi hijo, me contó que iba a
Son Banya y se gastaba todo lo que ganaba en drogas, por lo que le
dije que se tenía que marchar. 'El Nene' se lo tomó muy mal y
planeó la venganza contra Domingo y Joaquín», sostiene.
La mujer asesinada residía en la misma finca de la calle Mestre
Vicens Nadal, donde también habitaba Pedro Gelabert y según Antonio
Vidal fue éste, sin la ayuda de nadie, quien se llevó a la
'cuponera' hasta el vertedero ese aciago 9 de septiembre. María
Nicolau fue drogada, golpeada y quemada viva y de entre sus ropas
desaparecieron 400.000 pesetas procedentes de la venta de
cupones.
En el juicio celebrado en Palma, sin embargo, prevaleció la
versión de la Guardia Civil, que consideró que los tres familiares,
indignados porque habían comprado droga y no les había hecho
efecto, vieron salir a la vendedora de la ONCE de un bar y
decidieron hacerle creer que sacarían a su marido de la cárcel.
María 'picó' y los delincuentes se cebaron en ella, en un auténtico
baño de sangre.
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