Vicente Miguel Esplugues Sarrión ingresó ayer en prisión por orden del juez. Foto: J.F.M./J. MOREY.

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El portavoz del gabinete de prensa de la Jefatura del CNP dio ayer información oficial sobre los hechos ocurridos el pasado viernes. La víctima, que se encuentra en estado estacionario dentro de la gravedad, fue abordada por el agresor de forma imprevista cuando estaba en su coche, un vehículo de la marca Alfa Romeo. El agresor, de 56 años, se acercó a él y le dijo: «Págame, que te mato». Un testigo que presenció los hechos manifestó que oyó un disparo al instante y otras frases proferidas por el agresor, entre ellas: «Hijo de puta, que te mato», escuchando otros dos disparos. Después vio cómo el agresor subía a un coche de la marca Renault Clio de color blanco y abandonaba el lugar de forma precipitada. El responsable de prensa del CNP señaló sobre este hecho y en base a las investigaciones policiales realizadas, que la víctima y el ex empleado mantenían un litigio judicial de orden civil y penal por motivos económicos.

El arma utilizada en los disparos es un revólver de fogueo, que se ha manipulado serrando el cañón y transformando el tambor para usar otro tipo de munición, en este caso, proyectiles del calibre 22. Dicha arma fue recuperada poco después en una finca señalada con el número 38 de la calle Poyma, cercana al lugar de los hechos y bajo unas piedras. En el tambor se hallaban los tres proyectiles percutidos del calibre 22 que ocasionaron las graves heridas a la víctima.

Según la investigación llevada a cabo por el Grupo de Homicidios del CNP, el agresor había estado trabajando en la empresa de la víctima de contable y agente comercial y según parece, existían diferencias entre ambos por motivos económicos presentando ambos denuncias ante los Juzgados de Palma. Parece ser que la resolución final afectó de forma negativa al agresor que decidió vengarse por estos hechos.

El arma con la que se llevó a cabo la agresión es un revólver de fogueo que carece de cachas en la culata y tiene el cañón serrado. El tambor ha sido totalmente reformado siendo introducidos una especie de casquillos o carcasas de metal en los seis orificios de los proyectiles al objeto de acoplar en los mismos munición del calibre 22. Debido a que dicha arma está fabricada para disparar cartuchos de fogueo, se tuvieron que reforzar los orificios acoplándolos a la munición utilizada.

Los disparos, efectuados contra la víctima a corta distancia, aunque produjeron heridas graves no fueron suficientemente efectivos ya que, el arma, al carecer del cañón con sus correspondientes estrías, redujo en un ochenta por ciento la velocidad que hubieran llevado los proyectiles una vez disparados y que podrían haber ocasionado heridas mortales. La persona que ha manipulado el arma pudiera tratarse de un profesional de mecánica en el ramo del metal, ya que la forma un tanto artesanal en la reforma del tambor así lo deja entrever.

Por otra parte, ayer tarde el individuo que realizó estos disparos fue presentado ante el juez, que decretó su ingreso en prisión. Con respecto a la víctima, ésta sigue ingresada en Son Dureta. Se le ha operado para extraerle el proyectil que tenía en la cabeza. Los médicos creen que el hombre se recuperará, pero que la bala afectó a una zona del cerebro que coordina la capacidad de habla. Por ello, tardará tiempo en poder comunicarse verbalmente haciendo uso de la voz.