El portavoz del gabinete de prensa de la Jefatura del CNP dio ayer
información oficial sobre los hechos ocurridos el pasado viernes.
La víctima, que se encuentra en estado estacionario dentro de la
gravedad, fue abordada por el agresor de forma imprevista cuando
estaba en su coche, un vehículo de la marca Alfa Romeo. El agresor,
de 56 años, se acercó a él y le dijo: «Págame, que te mato». Un
testigo que presenció los hechos manifestó que oyó un disparo al
instante y otras frases proferidas por el agresor, entre ellas:
«Hijo de puta, que te mato», escuchando otros dos disparos. Después
vio cómo el agresor subía a un coche de la marca Renault Clio de
color blanco y abandonaba el lugar de forma precipitada. El
responsable de prensa del CNP señaló sobre este hecho y en base a
las investigaciones policiales realizadas, que la víctima y el ex
empleado mantenían un litigio judicial de orden civil y penal por
motivos económicos.
El arma utilizada en los disparos es un revólver de fogueo, que
se ha manipulado serrando el cañón y transformando el tambor para
usar otro tipo de munición, en este caso, proyectiles del calibre
22. Dicha arma fue recuperada poco después en una finca señalada
con el número 38 de la calle Poyma, cercana al lugar de los hechos
y bajo unas piedras. En el tambor se hallaban los tres proyectiles
percutidos del calibre 22 que ocasionaron las graves heridas a la
víctima.
Según la investigación llevada a cabo por el Grupo de Homicidios
del CNP, el agresor había estado trabajando en la empresa de la
víctima de contable y agente comercial y según parece, existían
diferencias entre ambos por motivos económicos presentando ambos
denuncias ante los Juzgados de Palma. Parece ser que la resolución
final afectó de forma negativa al agresor que decidió vengarse por
estos hechos.
El arma con la que se llevó a cabo la agresión es un revólver de
fogueo que carece de cachas en la culata y tiene el cañón serrado.
El tambor ha sido totalmente reformado siendo introducidos una
especie de casquillos o carcasas de metal en los seis orificios de
los proyectiles al objeto de acoplar en los mismos munición del
calibre 22. Debido a que dicha arma está fabricada para disparar
cartuchos de fogueo, se tuvieron que reforzar los orificios
acoplándolos a la munición utilizada.
Los disparos, efectuados contra la víctima a corta distancia,
aunque produjeron heridas graves no fueron suficientemente
efectivos ya que, el arma, al carecer del cañón con sus
correspondientes estrías, redujo en un ochenta por ciento la
velocidad que hubieran llevado los proyectiles una vez disparados y
que podrían haber ocasionado heridas mortales. La persona que ha
manipulado el arma pudiera tratarse de un profesional de mecánica
en el ramo del metal, ya que la forma un tanto artesanal en la
reforma del tambor así lo deja entrever.
Por otra parte, ayer tarde el individuo que realizó estos
disparos fue presentado ante el juez, que decretó su ingreso en
prisión. Con respecto a la víctima, ésta sigue ingresada en Son
Dureta. Se le ha operado para extraerle el proyectil que tenía en
la cabeza. Los médicos creen que el hombre se recuperará, pero que
la bala afectó a una zona del cerebro que coordina la capacidad de
habla. Por ello, tardará tiempo en poder comunicarse verbalmente
haciendo uso de la voz.
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