El vagón del tren quedó volcado hacia su lado izquierdo. Foto: JOAN TORRES.

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Cinco pasajeros del tren de Sóller resultaron contusionados al descarrilarse uno de los vagones en la estación de Palma. El accidente lo provocó la locomotora del tren cuando iniciaba la maniobra de enganche del primer vagón. Este accidente, que causó mínimos daños materiales, se produjo alrededor de las 10.30 horas de ayer cuando el tren debía salir en dirección a Sóller. En cada salida el maquinista debe realizar una maniobra por la estación para cambiar el sentido de la locomotora. La estación de Palma cuenta con tres vías, y esta maniobra de cambio de sentido de la locomotora puede realizarse por dos de ellas.

El maquinista se equivocó de carril y no se dio cuenta que al cruzarse dos de ellas golpearía el último vagón (que se convierte en el primero cuando el tren sale en dirección a Sóller). De esta forma la máquina, que pese a que iba a escasa velocidad tiene una gran fuerza, golpeó al vagón por su parte lateral izquierda y éste volcó hacia el otro lado, produciendo el descarrilamiento del último convoy. Fabián Cañavate, el interventor de la estación, explicó que en este vagón sólo habían entrado cinco personas, porque era el más lejano a la estación, y casi siempre es el último que se llena de pasajeros. Señaló que estas cinco personas, al volcar el vagón, perdieron el equilibrio y sufrieron algunas magulladuras. A pesar de que las víctimas fueron evacuadas a un centro hospitalario por dos ambulancias de la Asociació Illes Balears, las lesiones no tienen importancia.

El empleado de la compañía ferroviaria explicó que en los 90 años que lleva funcionando el tren, éste era el primer accidente que se había producido en la estación de Palma y lo atribuyó a un despiste del maquinista del tren. También explicó que posiblemente el conductor no se dio cuenta que en ese viaje el tren llevaba cinco vagones, porque muchas veces sólo arrastra cuatro, y por ello se equivocó al tomar la vía más próxima al convoy durante la maniobra de enganche, en vez de hacerlo por la más lejana.

El servicio ferroviario permaneció interrumpido durante varias horas, hasta que los empleados de la compañía consiguieron enderezar el vagón y colocarlo de nuevo sobre su carril. Esta maniobra tuvo que realizarse con la ayuda de una grúa, ya que el vagón tiene un peso de trece toneladas, según señaló un empleado de la estación.