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La Audiencia de Palma ha impuesto seis años de cárcel al vecino de Manacor Rafael Heredia Santiago, que disparó contra un vecino en venganza por un tiroteo anterior que habían sufrido unos familiares suyos. El primer tiroteo lo cometieron dos hermanos, familia de la víctima. El Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma entiende que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio frustrado y tenencia ilícita de armas. Cinco años es la pena por el primer delito y un año por el segundo. Además, al acusado se le ha prohibido acercarse a la víctima o a sus hijos durante un periodo de cinco años.

La sentencia señala que Rafael, sobre las 7.30 horas del día 3 de marzo de 1999, salió del domicilio de sus padres y se dirigió andando a una calle cercana, donde sabía que podía encontrar a algún miembro de la familia Orta Gámez, dos de cuyos miembros habían tiroteado horas antes a dos hermanos del acusado. En esta calle vivía la madre de los dos hermanos. A este encuentro el individuo acudió armado con un revólver cargado del calibre 38. De lejos vio a uno de los hermanos Orta Gámez (que no había participado en el tiroteo). Al tiempo que gritaba «te voy a matar» Rafael Heredia empujó la pistola con las dos manos apuntando hacia la víctima realizando, como mínimo, cuatro disparos, con la intención de terminar con su vida. Sin embargo, la víctima reaccionó con rapidez y logró refugiarse en la vivienda de sus padres.

Tres de los disparos impactaron contra la fachada, uno a unos 130 centímetros del suelo, y los otros dos a unos 160 centímetros, separados entre sí unos diez centímetros. El arma utilizada en este tiroteo no ha sido encontrada. El tribunal reconoce que en el momento de producirse los hechos Rafael Heredia era adicto a las drogas y actuó con sus facultades mentales ligeramente disminuidas.