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J. RODRÍGUEZ Más de 6.000 usuarios de GESA, concretamente 6.357, continuaban a media tarde de ayer sin luz, cuatro días después de la tormenta que interrumpió el suministro eléctrico en casi toda la Isla. A las 21.00 horas, eran algo más de 1.700, informaron fuentes de la compañía. La mayoría de estos usuarios se encuentran en zonas rurales ya que los trabajos se centraron en un principio en los núcleos urbanos. A primera hora de ayer el número de afectados era de 11.863 y únicamente parte de los cascos urbanos de Estellencs y de Vilafranca carecían de suministro aunque a lo largo de la tarde se arreglaron las averías.

Fuentes de GESA destacaron que han reforzado el centro de atención telefónica en 200 líneas más y que son más de 300 las personas que trabajan para restablecer la normalidad. Ante la previsión de nuevas tormentas virulentas, GESA ha puesto en marcha el estado de alerta.