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E.PRESS-SEVILLA El autobús accidentado el pasado miércoles cerca de La Palma del Condado (Huelva) y en cuyo siniestro fallecieron 20 personas, circulaba a una velocidad próxima a los 130 km/h en el momento del siniestro, unos 50 kilómetros por encima del límite establecido en dicho tramo, según informaron fuentes de la investigación.

Esta alta velocidad, sin descartar otros factores añadidos como por ejemplo algún pequeño despiste del conductor, son algunos de los motivos que los investigadores barajan como causa más probable del accidente. Los datos recogidos del tacógrafo y las mediciones técnicas realizadas por la Guardia Civil en el lugar del siniestro (frenada, espacio recorrido por el vehículo y otras estimaciones) apuntan a que el autobús circulaba a una velocidad cercana a los 130 kilómetros por hora cuando se produjo el siniestro.

El conductor, identificado como A.R.F., al percatarse que entraba en una curva, trató de reducir la velocidad y posteriormente pisó el freno, lo que hizo que perdiera el control del autocar, realizando unos giros bruscos que desencadenaron la definitiva pérdida de equilibrio y posterior vuelco del autobús con deslizamiento sobre la calzada, según señalaron las mismas fuentes.

Consciente de que iba a más velocidad de la permitida, el conductor recogió el disco del tacógrafo, lo rompió y lo guardó en su bolsillo con intención de hacerlo desaparecer, siéndole posteriormente intervenido por la Guardia Civil. Esta posibilidad coincide con las declaraciones realizadas por algunos de los heridos que apuntaron que durante el desplazamiento advirtieron al conductor de que viajaba a bastante velocidad.