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P.C./M.V.
Balears dejó de estar en alerta ayer a la 13.00 horas. Ese tipo de contingencia quedó reducida ayer a cero, según las instrucciones emanadas de la Conselleria d'Interior del Govern, que no obstante, recomendó la máxima prudencia a los ciudadanos ante la posibilidad de que se registren algún tipo de precipitaciones, así como desprendimientos de piedras y rocas tras el peor temporal que recuerdan las Iles Balears en los últimos veinte años.

El Centro de Coordinación Operativa (Cecop) del Govern, pese al día soleado de ayer, insistió en avisar a los automovilistas de desprendimientos de piedras y rocas en carreteras y ocasionales caídas de árboles que pueden obstaculizar el paso. Los operativos de emergencia siguen trabajando para restablecer la normalidad en las zonas de Balears afectadas por el temporal.

La carretera C-710 en el tramo Deià-Sóller era la única que permanecía cerrada al tráfico en el día de ayer, medida que también se va a cumplir hoy, debido a los desprendimientos. Las autoridades han colocado señales de dirección prohibida y recomiendan que se evite circular por esa vía, consejo que algunos conductores desoyeron ayer.