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Dos delincuentes armados con una pistola atracaron ayer por la tarde una conocida papelería de Palma y provocaron que la dueña, una mujer de edad, sufriera un ataque de nervios. El negocio está ubicado en el número 78 de la calle Arxiduc Lluís Salvador de Palma, cerca de la Plaza Fleming, y aproximadamente a las seis de la tarde dos individuos accedieron al interior, aprovechando que no había clientes, y se dirigieron directamente a la parte trasera del mostrador, donde se encontraba la propietaria. Uno de los hampones la encañonó con un arma de fuego, al parecer una pistola, y le gritó que se callase y le entregara el dinero de la caja registradora. La señora se puso muy nerviosa y los dos sujetos se apoderaron de la caja, que contenía unas 20.000 pesetas, y huyeron a toda velocidad.

Una sobrina de la víctima, minutos después del incidente, relató a Ultima Hora que su tía no conocía de nada a los delincuentes y que todavía se estaba recuperando del tremendo sobresalto. Esta mujer añadió que todo había sucedido muy rápidamente y que la propietaria de la papelería no pudo precisar si la pistola utilizada en el asalto era real o, por el contrario, se trataba de una réplica. El Cuerpo Nacional de Policía acudió a la calle Arxiduc Lluís Salvador nada más tener conocimiento de lo ocurrido y se entrevistó con la víctima, que precisó de un tiempo para calmarse.

Los agentes buscaron por los alrededores del negocio en busca de la caja registradora, ya que sospechaban que los delincuentes la habían reventado y, tras apoderarse del dinero, la habían arrojado sobre la acera. Uno de los maleantes, el que portaba el arma de fuego, es moreno, de aproximadamente 1'70 metros de estatura, de complexión delgada, al parecer de etnia gitana y vestía una chaqueta vaquera. Su cómplice es rubio, de estatura similar, portaba unas gafas de sol para ocultar parcialmente su rostro y también llevaba un chaleco, de color caqui. Ambos tienen unos 25 años de edad y los investigadores sospechan que se trata de heroinómanos que se encontraban bajo el síndrome de abstinencia y asaltaron la papelería para obtener un botín con el que costearse su adicción. Varios coches del 091 dieron una batida por aquella calle y las inmediaciones en busca de los sospechosos, pero no hallaron ni rastro de ninguno de ellos.