El observatorio astronómico adopta medidas de seguridad tras el robo

Salvador Sánchez, responsable del observatorio, declaró ayer a Ultima Hora que el aparato se encontraba en un anexo del edificio central y que los ladrones utilizaron al parecer una cizalla para arrancarlo. Sin embargo, los intrusos no tenían ni idea de cómo funcionan estos aparatos, que van conectados a un ordenador, y Salvador opinó que «son unos chapuceros porque se han llevado el instrumento destrozado y en ese estado no les servirá para nada». Sobre el día en que se produjo el robo, el director indicó que fue el domingo por la noche o el lunes, aunque precisó que la investigación está en manos de la Guardia Civil y que deberá ser este Cuerpo quien determine las circunstancias en que se produjo el asalto.

Pero sobre todo, la principal consecuencia del robo en el centro astronómico ha sido la adopción de nuevas medidas de seguridad. Un vigilante controla durante todo el día las instalaciones y en breve se instalarán cámaras para vigilar todo el perímetro. Salvador Sánchez explicó que el telescopio sustraído no era ni mucho menos nuevo, ya que fue adquirido hace diez años, pero en su día ya costó 1.500.000 pesetas. Su valor actual sería muy inferior, debido a que está desfasado, y era utilizado en las visitas de divulgación.

El responsable del centro reconoció que los ladrones provocaron daños materiales en las instalaciones con objeto de llegar hasta el instrumento robado y mostró su esperanza de que con los nuevos sistemas de seguridad acontecimientos de este tipo no se vuelvan a repetir. El telescopio sustraído mide 70 centímetros de largo, 40 centímetros de ancho y pesa cerca de setenta kilos.