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J.JIMÉNEZ
Un caballo desbocado irrumpió en la tarde de ayer en la Vía de Cintura de Palma y provocó el caos en la circulación. Al final, afortunadamente, ningún conductor resultó herido y el animal fue recuperado en perfecto estado por su propietario.

Sobre las seis de la tarde la centralita telefónica del 092 y el subsector de Tráfico de la Guardia Civil comenzaron a recibir llamadas alertando de la presencia de un equino en un carril de la Vía de Cintura, en dirección a la salida de Son Oliva. Mientras el cuartel de San Fernando y la Guardia Civil se movilizaban, las llamadas telefónicas fueron en aumento y explicaron que el animal podía provocar un accidente «en cualquier momento», sobre todo teniendo en cuenta que a esas horas la Vía de Cintura registra una densidad de tráfico considerable y que muchos conductores se despistaron presenciando el galope.

Después de una batida por las inmediaciones, varias motos y coches del 092 localizaron y acorralaron al caballo en un solar de Son Oliva, próximo a la Vía de Cintura, y consiguieron calmarlo. Desde el cuartel de San Fernando se informó de que el animal, presumiblemente, se había escapado de las cuadras del Hipódromo de Son Pardo o de alguna finca próxima y poco después los policías consiguieron contactar con el dueño, que se hizo cargo de él.

Curiosamente, por el mismo tramo donde ayer por la tarde galopó el caballo, el jueves aparecieron siete perros que provocaron frenazos en cadena y retenciones. Y para colmo hace varios meses algunas ovejas irrumpieron en la calzada y estuvieron a punto de ocasionar un accidente. Un portavoz policial explicó que el peligro de un caballo en relación a un can o a una oveja es mucho mayor, ya que son de gran tamaño y al estrellarse contra un coche lo pueden dejar reducido a un amasijo de hierros: «Si la víctima es un motorista las consecuencias pueden ser incluso fatales», añadió.