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Un trabajador de 27 años de edad, llamado Miguel Àngel Lavado Rodríguez, fue hospitalizado al mediodía del jueves después de que una descarga eléctrica en un hotel de Cala Millor le produjera quemaduras de pronóstico reservado en el rostro y en las manos, según informó ayer un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil. La víctima se encontraba reparando un cuadro eléctrico cuando, de repente, una fuerte descarga lo dejó aturdido y con quemaduras de consideración. Miguel Àngel fue evacuado en un primer momento hasta el PAC (Punto de Asistencia Continuada) de Son Servera, donde los facultativos le aplicaron algunas cremas para calmar su dolor y le examinaron las quemaduras.

Los médicos no pudieron precisar si se trataba de lesiones de primer, segundo o tercer grado, pero consideraron que eran de suficiente importancia como para justificar su hospitalización. Una ambulancia lo debía evacuar al Hospital de Manacor, pero el peregrinaje no acabó aquí y al final quedó ingresado en el centro Verge de la Salut. Su mujer declaró ayer a este periódico que «ya le han destapado la cara y está mucho mejor. Los dedos de la mano izquierda no los tiene muy bien, pero se recuperará». Sobre las causas del accidente laboral, la mujer señaló que no sabía exactamente cómo había ocurrido.

A las cinco y media de la tarde los médicos decidieron trasladarlo a la Mutua Balear, aunque se trata de una medida normal ya que lo ocurrido constituye un accidente laboral. La Guardia Civil, por su parte, ha abierto una investigación para conocer las causas exactas del siniestro del hotel de Cala Millor y el informe podría ser remitido a la autoridad judicial si así lo decide el juez de guardia.

Desde la Comandancia de Palma se informó de que el año que está acabando ha sido uno de los más trágicos por lo que se refiere a la siniestralidad laboral «y no sólo en víctimas mortales, que han sido muchas, sino en accidentes que no tienen tanta trascendencia pero que al final se saldan con secuelas muy graves para el trabajador o con su incapacitación», añadió un portavoz. Tanto en los juzgados de Palma, Manacor o Inca han sido cuentiosos los atestados que se han entregado a lo largo de estos doce meses por accidentes de trabajo.