La familia del hombre que está en coma irreversible desde hace
cuatro años al sufrir un infarto al día siguiente de ser dado de
alta del hospital de Son Dureta (con un diagnóstico erróneo y por
falta de asistencia), no está satisfecha con la sentencia, pese a
que le conceden 40 millones de pesetas de indemnización. Micaela,
la hija, considera que la sentencia no recoge los hechos
exactamente como ocurrieron. Los jueces reconocen que en Son Dureta
hubo un error de diagnóstico y una falta de atención al paciente,
pero creen que ello no influyó en que el enfermo sufriera el
infarto al día siguiente.
Sin embargo, la hija cree, que aún así, «mi padre hubiera
recibido una asistencia mucho más rápida si hubiera estado
ingresado en el hospital, y no sufriría do los daños cerebrales que
padece». Micaela no entiende tampoco que la sentencia afirme que su
padre está ahora ingresado en una clínica. «Mi padre está siempre
en casa. Entre las tres nos turnamos para cuidarle. Si mi padre no
recibe en casa la ayuda de una asistenta es porque no la hemos
podido pagar». La familia se queja también de que los jueces
insinuan que en el momento de producirse el infarto el hombre se
encontraba solo en casa, y que por ello se tardó mucho tiempo en
prestarle ayuda. «Cuando le dieron el alta a mi padre ningún médico
nos alarmó. Nos dijeron que eran nervios y que debía
tranquilizarse. Aún así, ese día yo estaba con él en casa».
La hija explicó que cuando su padre sufrió el ataque, ella se
encontraba en el jardín, y que escuchó un golpe, que se produjo
cuando cayó al suelo. De inmediato fue a prestarle ayuda y avisó al
061. La joven asegura que desde aquel momento su familia vive un
auténtico calvario y pese a que han ganado el pleito contra el
Insalud, «lo importante no es el dinero que vamos a recibir por
esta mala asistencia, porque mi padre no volverá a ser el mismo. Lo
importante es que se sepa lo que ocurrió». La hija asegura que ni
ella, ni su madre ni su hermana «hemos vuelto a ser libres». La
familia tiene que turnarse en el trabajo, y entre Micaela y su
madre conducen el taxi para poder subsistir. Por ello, la hija
lamenta que los jueces de la Audiencia Nacional hayan reconocido
hechos que no son ciertos para reducir la indemnización pedían su
abogado, que era de 188 millones de pesetas.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.