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Por segundo día consecutivo ayer continuó la búsqueda del pescador que desapareció el día de Fin de Año tras hacerse a la mar en el Portitxol, con destino al sur de Cabrera. La embarcación «Rumrunna», de seis metros de eslora y de color blanco, estaba tripulada por un joven aunque experto pescador, que debía regresar a Palma antes de la noche, ya que tenía previsto recibir el nuevo año cenando con su familia. Las horas fueron pasando y el desaparecido, que pretendía pescar en un banco de peces próximo a Cabrera, no se puso en contacto con ningún de sus allegados, pese a que en el interior de la embarcación portaba un teléfono móvil.

El día 1 Salvamento Marítimo ya puso en marcha un gran operativo de búsqueda, al que se sumó de forma espontánea el padre del joven, que también posee un barco. Al caer la noche sólo continuó el remolcador y ayer, a primera hora de la mañana, los mismos efectivos reanudaron el dispositivo, con la colaboración de una patrullera de la Guardia Civil y de varias embarcaciones particulares. La búsqueda abarcó 1.500 millas cuadradas (aproximadamente 5.100 kilómetros) y se centró en la zona comprendida entre el islote de sa Dragonera, Cap Blanc y la isla de Eivissa.

Las adversas condiciones meteorológicas dificultaron sobremanera el rastreo, debido a las grandes olas y los fuertes vientos. El helicóptero Helimed, dos embarcaciones de intervención rápida de Salvamento Marítimo, un avión del 801 Escuadrón del SAR, la patrullera benemérita y las lanchas y veleros particulares trabajaron sin descanso, pero no hallaron ni rastro de la motora «Rumrunna». La principal hipótesis que manejan los equipos de rescate es que la nave se encuentra a la deriva debido a un fallo mecánico (o quizás a falta de combustible), pero lo cierto es que cada día que pasa estos profesionales son menos optimistas en cuanto al desenlace.

Para hoy por la mañana está previsto que los mismo integrantes del dispositivo de búsqueda sigan 'peinando' por mar y aire las zonas donde se supone que puede encontrarse el «Rumrunna». Las estaciones costeras de Palma y Eivissa emiten constantemente avisos a los navegantes para que extremen la vigilancia por aquella zona, aunque de momento ninguna embarcación ha tenido noticias del barco del joven mallorquín.