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E.PRESS-SYDNEY
Los incendios que desde hace más de una semana arrasan los alrededores de Sydney siguen avanzado por la periferia norte de la ciudad australiana sin que los bomberos puedan controlarlo por culpa del fuerte viento que sopló durante todo el día y que continuaba al anochecer. El fuego se encuentra ya a apenas diez minutos en coche del centro financiero y las llamas rompen constantemente las líneas de contención defendidas por los bomberos y los residentes de la zona, de forma que la pequeña ciudad costera de Sussex Inlet fue evacuada totalmente. Cientos de personas pasarán la noche en las playas.

Con la llegada de varios miles de personas, los dos centros de acogida habilitados se llenaron, por lo que unas 2.000 evacuados pasaron la noche en las playas de la zona con la asistencia directa de las autoridades, que desplazaron varias unidades de bomberos para proteger estas instalaciones del fuego. Mientras, Sussex Inlet permanecía bajo el humo y un número indeterminado de propiedades quedaron totalmente destruidas por el fuego, que ha arrasado ya más de 250.000 hectáreas. Según informa la televisión, los bomberos han perdido el control del incendio por culpa del viento, borrascoso e impredecible, y las llamas ya han llegado a la calles del sur de Sussex Inlet.

Al oeste de Sydney fueron evacuadas ayer más de 600 personas de los municipios de la región de Hawkesbury, donde las llamas avanzan en un amplio frente. También se ha trasladado a los residentes de Bowen Mountain y Colo, mientras que otros efectivos intentan proteger las viviendas de Sandy Point y Pleasure Point, al suroeste de la gran ciudad australiana.