Cientos de vecinos asistieron ayer a los entierros, en las
localidades coruñesas de Porto do Son y Ribeira, de dos hombres que
fallecieron el pasado sábado tras inhalar monóxido de carbono
emitido por un calentador colocado en el interior del cuarto de
baño de la casa en que se encontraban. Los fallecidos, Domingos
Àlvarez y Juan Carlos González, eran primos y trabajaban en la
construcción en Mallorca, habiéndose desplazado a La Coruña por las
vacaciones de Navidad.
Ambos se encontraban en el aseo, uno duchándose y el otro
afeitándose. A causa de una deficiente combustión del calentador de
agua, comenzaron a respirar monóxido de carbono que les causó la
muerte. Tras la llamada de aviso al 061 por un familiar, se
presentaron en el lugar miembros de Protección Civil y Urgencias
sanitarias, que tuvieron que derribar la puerta del aseo. «Entramos
al cuarto de baño y encontramos a dos personas tiradas, uno en la
bañera y otro detrás de la puerta», comentó Jerónimo Carballo,
voluntario de protección civil y primo segundo de los
fallecidos.
El calentador que les provocó la muerte estaba instalado en el
interior del cuarto de baño, cuando la ley exige que se instale
fuera. Domingos, de 33 años, casado y con dos hijos, y Juan Carlos,
de 25, soltero, se encontraban de vacaciones y ayer tenían previsto
regresar a Mallorca.
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