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La defensa de Alberto López Rodríguez, el joven de 25 años que la semana pasada mató a su novia de 20 en una casa del Coll d'en Rabassa, alegará que el acusado actuó obcecado por el consumo abusivo de drogas y utilizará como atenuante el arrepentimiento espontáneo del albañil.

El letrado Eduardo Valdivia se ha hecho cargo de la defensa del homicida, que permanece ingresado en el Hospital General y en las próximas horas recibirá el alta médica. Luego está previsto que Alberto López sea trasladado al centro penitenciario de la carretera de Sóller, donde permanecerá recluido hasta que se celebre el juicio. Las autoridades carcelarias, casi con toda seguridad, adoptarán medidas especiales para que no trate de autolesionarse, ya que después del crimen intentó cortarse las venas y se arrojó a un torrente, con intenciones suicidas.

El próximo lunes día 14, a las nueve y media de la mañana, el joven comparecerá por primera vez en los juzgados ante el juez que instruye las diligencias por el crimen de Sandra González y luego regresará a prisión. Desde que cometió el crimen ha permanecido en el hospital y tuvo que ser el magistrado quien, transcurridas las 72 horas desde su detención, se trasladara al recinto sanitario para tomarle declaración. La familia de la joven tiene previsto personarse en el caso como acusación particular, pero todavía no ha hecho público el nombre del letrado que les representará.

El abogado defensor de Alberto López, por su parte, considera evidente y probado que su cliente actuó bajo los efectos de las sustancias estupefacientes, en concreto de cocaína, y que, por ende, no era plenamente responsable de sus actos. Además, para Eduardo Valdivia el hecho de que el joven le pidiera a su madre que avisara a la policía constituye un arrepentimiento espontáneo que es necesario tener en cuenta. Sandra González murió tras ser golpeada con una maza y fue estrangulada con una funda.